jueves, 31 de mayo de 2012

La verdad sobre África

¡Hola a todos! Estoy un poquito indignada con la entrada que escribió mi hermanita Afri el otro día, criticándome y sacando mis trapos sucios, así que aprovechando que está durmiendo la siesta voy a vengarme un poco.

La verdad es que África siempre me está riñendo. Cada vez que cojo una plantita para morderla, ella viene a mi cesta y me ladra, como si no tuviera bastante con los gritos de los bipes.

La verdad es que África a veces no quiere jugar conmigo. Yo entiendo que no es tan joven y ágil como yo, pero podría hacer un esfuerzo. Al fin y al cabo, yo sólo le doy pequeños mordiscos que no duelen ni nada, aunque ella se queje...

La verdad es que África siempre se sube a los sofás mientras que yo lo tengo prohibido. No es justo, ella tiene el celo y lo mancha todo, pero los bipes en vez de mandarla a su cesta le ponen una colchoneta debajo y todos tan felices. Todos menos yo.

La verdad es que a África le dan más comidita que a mí, ¡y la suya está muchos más rica! También le dan un poquito de comida para bipes, pero a mí nada, porque dicen que soy pequeña.

La verdad es que a África le dejan dormir en la habitación de la bipe, ¡y en su cama! Y yo ni siquiera puedo subir al piso de arriba (a veces me escapo y subo, pero en seguida me persiguen y me bajan en brazos).

La verdad es que cada vez que hago algo bien y me dan un premio, van y le dan otro a África, aunque ella no haya hecho nada de nada. Dicen que es para que no se ponga celosa, pero yo lo veo injusto.

La verdad es que África no es tan mala hermana, me deja que le muerda las patas y que le quite la pelota. Y jugamos juntas a pelearnos, que es muy divertido. Yo creo que en el fondo le caigo bien, sólo necesita acostumbrarse y dejarme mi espacio.

Bueno, Afri se ha despertado, así que me despido ya. Muchos lametones a todos. La bipe ha prometido sacarnos más de paseo ahora que está de vacaciones, así que me voy un ratito al sitio donde cuelgan las correas. Lo mismo si pongo mucha cara de pena nos sacan antes.


miércoles, 23 de mayo de 2012

La verdad sobre Tuna

Hoy vengo a decir que estoy muy indignada. Todos y cada uno de los bipes que vienen a visitarnos a casa opinan que Tuna es monísima y graciosísima, y le hacen un millón de cariñitos sin saber la verdad que se esconde tras su cara mona. Por eso vengo hoy, indignada, a contar la verdad.

La verdad es que Tuna rompe cosas. Se pasa el día mordiendo los mubles y la ropa de los bipes hasta que les hace agujeritos o lo deshilacha todo.

La verdad es que Tuna es un poco cochambrosa, porque se revuelca en la tierra y se baña en el estanque. Siempre viene oliendo a podrido y encima tiene la osadía de llenarme de babas para que yo también huela mal.

La verdad es que Tuna no comparte sus juguetes, pero siempre me quita los míos. Con la comida no se atreve, pero se pasa el día arrastrando mi mantita por los suelos. También arrastra las mantitas de los bipes, todo porque prefiere tumbarse sobre blandito.

La verdad es que Tuna, hasta hace poco, se pasaba el día subida a los sofás prohibidos, hasta que los bipes se han hartado de ella y le han obligado a dormir en su cama. A ella le da igual, se sigue subiendo.

La verdad es que Tuna arranca las plantas y el césped de mamá y se lo come. Además siempre está metiendo porquerías en casa, como palos o macetas con tierra dentro.

Esta, queridos amigos, es la verdad sobre Tuna. Que sí, que es mona y graciosa y lista, pero no es oro todo lo que reluce. Ya no nos llevamos tan mal, pero aún así tenía que desahogarme. Ya está mucho más grande (¡casi tanto como yo!) y no podemos consentirla.

Bueno, mejor me voy ya. Acaban de bañarnos y aquí viene la pequeña fiera, con las patitas mojadas dispuesta a tirarse encima mía. Patitabrazos y lametones para todos. ¡Guau, guau!


miércoles, 2 de mayo de 2012

Paseos y pajaritos muertos

¡Hola cíber-amiguitos! Hace mucho que no escribo porque he tenido una vida muy ocupada y muy intensa. Me vacunaron la semana pasada y ya puedo salir de paseo, así que mamá y la bipe me sacaron a la calle hace unos días por primera vez.

¿Qué puedo decir de mi primer paseo? África armó mucho alboroto cuando le pusieron el arnés y la correa. A mí me pusieron uno rojo muy bonito, pero como no sabía lo que pasaba no presté mucha atención. 

Al salir, Afri empezó a tirar y a oler cosas como las locas. A mí no me hizo mucha gracia, yo iba tranquila, a mi ritmo, y la bipe tenía que arrastrarme a veces porque me quedaba mirando a los pajaritos del cielo.

Vimos algunos perros grandes que nos ladraban, y como me daban miedo me cruzaba de acera sin mirarles. Afri les gruñía. Es una gamberra. Y además no quería ir conmigo, ni me miraba. Al final del paseo acabé cansada y me dormí en la cesta...

Pero mi paseo no es lo importante. Lo importante es lo que ha pasado hoy, hace un ratito. Yo estaba feliz, jugando en el jardín, cuando me dio un olor interesante. Busqué un poco y me encontré un tesoro... ¡un pajarito muerto!

Como no quería que nadie me lo quitara me lo llevé a la cesta y me puse a jugar con él, pero los bipes se dieron cuenta. ¡Lo querían tirar a la basura! La bipe me persiguió por toda la casa, pero yo soy más rápida. Al final me acorralaron entre todos (Afri incluída, la muy mala estaba celosa porque no tenía pajarito y también se lo quería llevar) y me cogieron en brazos.

Apreté muy fuerte con los dientes, pero al final se lo llevaron y lo metieron en una bolsa. Por lo menos me dieron chuches como soborno, pero yo prefería a mi pájaro...

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La muy asquerosa ha cogido un pájaro muerto y mugriento del suelo. Encima ha sido el centro de atención. Y eso que yo estoy malita de la barriga. Pero nada, como es pequeña, es la estrella de la casa...
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