lunes, 30 de julio de 2012

¡Lucha de poder!

Hola a todos, África al habla. Como todos sabéis, los perritos nos movemos en manadas, y en toda manada tiene que haber un líder. Yo era la líder de mi hogar hasta que la pequeñaja apareció en escena. Desde entonces, día tras día, libramos una intensa batalla por el poder. De momento vamos empatadas, según la bipe. Yo sé que algún día Tuna será más grande y fuerte que yo, pero no voy a regalarle la corona de reina así como así...

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Lucha de poder dice... Para mí sólo son juegos, yo puedo ser líder cuando quiera sin mover una orejita. En fin, el caso es que la bipe nos grabó por sorpresa en una de nuestras "batallas" y hoy venimos a dejar aquí el vídeo para que lo veáis y juzguéis... ¿Quién pensáis que será la vencedora? Se aceptan apuestas. Muchos lametones y disfrutad del espectáculo.


domingo, 22 de julio de 2012

Recordando a nuestro hermanito

¡Saludos perrunos! Tuna está durmiendo así que me he apoderado del portátil para dedicarle una pequeña entrada a nuestro hermanito perdido... Tuna nunca lo conoció, así que de vez en cuando me gusta hablarle de él y de lo bueno que era.

Nuestro hermanito se llamaba Coky y era un cocker spaniel negro. Nació un 6 de junio de 1995 y con sólo un mes llegó a nuestra casa. Al parecer todos sus hermanitos biológicos se estaban muriendo, así que lo separaron pronto de ellos por si era algo contagioso.

Nuestra mamá bipe lo adoraba y los bipes pequeños jugaban mucho con él. Era un buen perro, aprendía muy rápido, no rompía las cosas y jugaba mucho con los perros y gatos del barrio.

Le encantaba comer, revolcarse en la hierba y arrastrar su cojín de un lado a otro. Tenía los ojitos malos, pero a él no le importaba. Cuando creció aprendió a hablar con los bipes mediante pequeños gruñidos, a sentarse y a dar la patita.

Cuando cumplió 10 años empezó a encontrarse mal, ya estaba muy viejo. Entonces los bipes le hicieron un regalo que jamás olvidaría: ¡yo!

Cuando llegué a casa no le caí demasiado bien. Él pobre estaba sordo, algo cegato y tenía artrosis, así que no podía jugar conmigo. Sin embargo le contagié mi vitalidad y rejuveneció muchísimo. A veces nos peleabamos, pero él siempre me prestaba su cama y me daba su comida.

La bipe ya era más mayor y nos dejaba dormir en su cuarto (aunque a mamá bipe no le hacía mucha gracia) así que los dos tirábamos la colcha de su cama al suelo y nos tumbábamos como señoritos.

Yo a Coky lo quería mucho. Me daba cuenta de que estaba mayor y no le hacía muchas maldades. A veces salíamos a pasear juntos, aunque en seguida se cansaba. Un día, cuando él tenía 14 años, los bipes se lo llevaron al veterinario y ya no volvió más.

Lloré y lo busqué por todas partes, pero no estaba. Los bipes me explicaron que ya estaba muy viejecito. Casi no podía moverse y de vez en cuando se le iba la cabeza, así que le durmieron para que no sufriera más. Coky estaba ahora en un sitio mejor, donde todo era bonito y él volvía a ser un cachorro juguetón.

A veces me acuerdo de él y de las veces que le mordía las orejitas y le saltaba por encima. Por eso intento ser buena con Tuna cuando me hace esas cosas, porque en el fondo la entiendo.

Nuestro Coky era el mejor hermano del mundo y todos le echamos de menos. Cuando yo sea viejecita sé que me reuniré con él y jugaremos siempre juntos. Hasta entonces intento cuidar bien de los bipes, como él lo habría querido. 

Coky, te mando un lametón muy fuerte. Los bipes no te olvidan, y yo tampoco.


viernes, 6 de julio de 2012

Nos vamos de vacaciones y otras novedades

¡Hola a todos, Tuna al habla!

Hemos tenido el blog bastante abandonadillo, así que Afri y yo os pedimos perdón por eso, pero es que hemos estado muy ocupadas. Os pondré al día con las novedades:
  1. Me llevaron otra vez al perriatra, ese sitio donde te pinchan y te toquetean. Me porté muy bien, ya no tengo bichitos en las orejas y me dijeron que tengo la garganta muy sensible, pero que no es nada, que si me cuesta tragar todo lo que tienen que hacer los bipes es mojarme la comidita en agua. No lo han hecho porque ya no molesta ni nada, ¡yo me curo sola!
  2. Me hice pis encima de la mesa y rompí unos cojines viejos. También maté a un pájaro que andaba por ahí y su familia ahora nos odia. La bipe dice que son rabilargos y que tengamos cuidado. A mí me da igual, como se acerquen los voy a morder igual.
  3. Mi papá bipe dice que soy muy mala y que no obedezco, así que me ha amenazado con llamar a un adiestrador. No sé que es esa cosa de "adiestrador", pero al parecer sirve para reñir a los bipes por no educar bien a los perritos. Por mí perfecto.
  4. Hemos tenido muchas visitas en casa y todos dicen que me porto mejor cuando hay gente delante, que no doy la lata y que hago quedar a los bipes por mentirosos cuando dicen que soy un trasto. Objetivo cumplido.
  5. Con Afri me estoy portando mal, eso lo reconozco. Le quito su pelota sólo para chincharla y salgo corriendo con ella. También le muerdo en el cuello y las orejitas, pero jugando. Ella dice que así no es como se juega...
  6. Ya estoy mucho más grande y no quepo debajo del sofá, pero he aprendido a meterme dentro del alféizar de las ventanas y en el cesto de las verduras. También me he hecho un nidito en los arriates, debajo de una planta. Es súper fácil, sólo hay que excavar un hoyo grande tapado por las hojas para que los bipes no me vean y ya, me meto ahí dentro a descansar.
Y esas son todas las novedades. Papá bipe ya ha arreglado el cable del Home Cinema que rompí y ya no está enfadado. Ah, y no he vuelto a caerme al estanque.

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Esta perra egocéntrica se cree que el blog sólo sirve para hablar de ella... Yo también tengo novedades que contar, a ver si se entera de que el universo no gira en torno a ella.
  1. Me llevaron al perriatra a mí también pero no me vacunaron porque estoy muy malita con la alergia y tomando la medicación. Me han dicho que en septiembre me la ponen y que de paso me harán una limpieza en la boca, que la tengo que da asquito... No es para tanto, sinceramente.
  2. Yo también maté un rabilargo. En realidad maté dos, pero Tuna insiste en que fue ella y ya no quiero discutir más con alguien que no razona. Ahora todos los rabilargos del barrio se pasan el día entero dando vueltas por la casa y piando. Creo que planean un ataque sorpresa...
  3. A veces Tuna es útil y todo, me ha enseñado a meterme en el alféizar de las ventanas y a dormirme en el respaldo del sofá. Ahora los bipes dicen que somos gati-perras. Yo le he enseñado a rascar los platos para pedir comida.
  4. Nos vamos de vacaciones, pero Tuna no se entera. Yo soy más lista, sé que cuando hay maletas cerca es que nos vamos. Nos montaremos en el coche, iremos a la playa y habrá un montón de olores nuevos por la calle. 
  5. La bipe que me deja dormir en su cama nos ha comprado unos abrigos a juego para el invierno. Son azul oscuro y en la espalda pone "perro policía". No somos de la policía, no sé qué pretende. Sólo espero que no nos pongan una multa por hacernos pasar por agentes de la ley...
Y hasta aquí todas las novedades. Si por Tuna fuera esto se reduciría a sus travesuras y a los bichitos de sus orejas, menos mal que estoy yo aquí. Un lametón muy fuerta para todos y disfrutad del veranito. Y si tenéis calor hacéos un nido como Tuna o dormid en el suelo cerquita de la nevera.