lunes, 23 de septiembre de 2013

¡Vuelta al cole!

¡Hola a todos!

Ya se han terminado nuestras vacaciones de verano y los bipes han vuelto al trabajo, dejándonos solas y aburridas. Como no tenemos ningún colegio al que ir, hemos decidido dar clases desde casa, y nuestros deberes serán actualizar el blog más a menudo y no romper nada.

Desde que se terminaron las obras en casa y tuvimos listo nuestro bar, vinieron un montón de bipes a verlo y a beber cerveza, y casi todos jugaron un rato con nosotras o nos dieron trozos de comida a escondidas. Pero como ya no hace tanto calor y están todos trabajando, nos sentimos un poco abandonadas...

Dentro de nada tendremos que empezar a dormir en el brasero calentito y a pasar los días de lluvia encerradas en casa, y eso no nos gusta. Los bipes han prometido sacarnos de paseo todos los días durante una hora o más (bueno, eso último me lo he inventado yo), para que nos mantengamos en forma. Además, dicen que si nos cansan luego no hacemos tantas maldades.

Sentimos no tener nada divertido ni emocionante que contar, pero es que hemos sido bastante vagas. Un lametón muy fuerte a todos y feliz otoño, ¡guau guau!


PD: Estas somos nosotras encima del toldo que mamá-bipe estaba haciendo para el patio. Nos pareció un buen lugar para echar la siesta...

jueves, 22 de agosto de 2013

Tuna y sus cuevas

¡Hola a todos!

Hoy vengo a contaros una cosa sobre Tuna que seguramente no sabéis: le encanta meterse en sitios pequeños y oscuros y fingir que son cuevas. Normalmente sólo se mete en sus cuevas para dormir, pero a veces las usa como almacén de objetos robados.

Su cueva principal es el transportín de la cocina. Es su sitio favorito de la casa, incluso hace que los bipes le sirvan la comida ahí dentro. Yo he intentado meterme un par de veces, pero siempre hay pelos de Tuna por todas partes y no quiero mancharme.

El resto de sus cuevas están desperdigadas por ahí. Cuando estábamos de obras y vivíamos en el despacho de papá-bipe, se construyó unas cuantas. A veces ni siquiera la veíamos de lo escondida que estaba. Y para que lo veáis por vosotros mismos, ahí van unas cuantas fotos.





La hermana-bipe dice que va a intentar sacar fotos del resto de sus cuevas para poder hacer una lista y tenerlas localizadas en caso de que no podamos encontrar a Tuna.

Muchos lametones a todos, ¡guau guau!

lunes, 19 de agosto de 2013

¡Tenemos mucho calor!

Hola, amiguitos perrunos y gatunos.

Con tanto calor se nos había olvidado que teníamos un blog, y eso no puede ser. ¡Con la de cosas interesantes que nos ha pasado, y no nos hemos acordado de venir a contároslas! Así que vamos a poneros un poco al día:

Las obras ya han terminado, por fin. Aún faltan un par de cosas por acabar (no tenemos ventanas en el salón y nos han puesto un plástico muy feo que no me deja asomarme a cotillear), pero ya podemos andar por toda la casa sin pringarnos de polvo y porquería.

Los albañiles se han ido y ya no van a volver. Los echamos mucho de menos, porque jugaban con nosotras y me dejaban que les quitara los guantes y las herramientas. Ahora estamos muy aburridas y con mucho calor.

En el patio han puesto unos bancos muy bonitos pero no me dejan subirme encima. Dicen que son sólo para bipes. A mi me han puesto un par de cojines para que duerma ahí, pero yo quiero los bancos para ser como una bipe más. El otro día me subí a uno y me hice caca encima de él. Se enfadaron bastante conmigo. Dicen que lo hice a propósito para fastidiar. La verdad es que sí, estaba enfadada por algo y quise vengarme.

También nos bañaron, porque como ya no hay polvo naranja no tenemos excusa para estar sucias. Pero yo quería estar sucia, así que en cuanto salí de la bañera me revolqué en la tierra del jardín. Hermano-bipe se enfadó mucho y me dio un manguerazo, pero yo volví a revolcarme y entonces ya no me llené de polvo sino de barro. Lo mejor de todo fue que se enfadaron más con el hermano-bipe que conmigo. Me han dicho que la próxima vez que me bañen me van a atar hasta que esté seca...

Afri está muy gruñona conmigo y me riñe por todo. Yo le muerdo las patas para que sepa quien manda, pero eso la enfada más.

Ah, y los bipes me han hecho un regalo. Es un peine especial como el que tenía mi profe para quitarme los pelos muertos. Me gusta mucho, hace cosquillas y me deja muy suave. Además, no me gusta tener pelos-cadáveres en mi cuerpo. En cuanto me los quitan, me los como. Los bipes dicen que soy una asquerosa porque me paso el día comiendo guarrerías del suelo...

Creo que esto es todo lo que tengo que contaros de momento. Esperamos que estéis pasando un buen verano. Nosotras estamos bien, nos refugiamos en el salón, que tiene aire acondicionado, y dormimos la siesta toda la tarde.

Muchos lametones a todos, ¡guau guau!

jueves, 18 de julio de 2013

Cumpleaños y polvo naranja

¡Hola a todos! Hoy es un día muy especial para mí, y por eso he decidido hacer una entrada especial en el blog: hoy, 18 de julio... ¡cumplo ocho años! Los bipes me felicitaron esta mañana y me han dicho que me darán un regalo en forma de chuche (y otro a Tuna, que si no se pone celosa y nos ladra).

Ya soy un año más vieja, pero todos dicen que me conservo muy bien, que estoy en buena forma y que soy toda una atleta. A Tuna le han dicho que está gordita y que es muy vaga, y por eso se ha pasado todo el día de morros.

No hemos podido hacer una fiesta porque la casa y el patio están patas arriba con esto de las obras, pero han jugado mucho conmigo y me han dejado subirme a la cama de la hermana-bipe. Tuna se puso al lado y me dio con la pata en el ojo, la muy celosa.

También han dicho que me van a dar un "baño de cumpleaños" porque estoy muy sucia y llena del polvo que sueltan los albañiles. El otro día me senté en el patio para rascarme sin darme cuenta de que el suelo estaba lleno de porquería y cuando me levanté tenía el culo naranja, el color de los ladrillos. Tuna también está un poco naranja. Hasta los bipes acaban el día con los pies naranja.

Pero no todo es malo: las obras están ya muy avanzadas y los albañiles juegan conmigo todos los días. Lo que pasa es que dicen que soy muy pesada y cuando se cansan me esconden la pelota o me la tiran al estanque para que no los persiga.

A Tuna le tienen que esconder todo lo demás, porque de vez en cuando les roba un guante, o los zapatos, o alguna herramienta, y lo mete todo en su transportín. 

Pero cada día se porta un poco mejor. Los bipes dicen que está madurando porque ya no rompe nada y nos hace caso cuando le hablamos. Ahora que nos hemos quedado sin salón tenemos que convivir en un cuarto pequeñito y no nos llevamos tan mal. A veces hasta jugamos juntas. De vez en cuando me fastidia un poco, pero ya no es el cachorro loco de hace un año. Las dos nos hacemos viejas.

Bueno, me voy ya, que tengo hambre y quiero que los bipes me den mi chuchería de cumpleaños. Muchos lametones a todos y feliz jueves, ¡guau guau!

martes, 9 de julio de 2013

Seguimos de obras

¡Hola a todos! Tenemos muy abandonado el blog, pero con tanto calor no nos apetece ni comer. En serio, los bipes han tenido que reducirnos nuestra ración diaria de comida porque nunca nos terminábamos el plato...

Las obras que los bipes están haciendo en casa siguen avanzando, y está quedando todo muy bonito. Afri y yo nos hemos hecho muy amigas de los albañiles, y todos los días juegan con nosotras un rato. Yo ya no les quito las herramientas ni nada, porque cuando lo hago se ríen de mí y no quiero.

Ahora han tirado un tabique y ya no podemos entrar al salón-comedor, porque está todo lleno de polvo y los bipes están hartos de darnos baños. Además, los albañiles siempre se ponen ahí con unas cosas que rompen el suelo y las paredes y hacen mucho ruido, y a Afri le da miedo.

Así que ahora vivimos todos en el despacho de papá-bipe, que es muy pequeño y no tiene sofás en los que pueda subirme. Lo único bueno es que, para compensar, me dejan andar libremente por el resto de la casa, pero me cierran las puertas de los dormitorios porque no quieren que me suba en las camas. A Afri sí le dejan, porque dicen que es más buena y no tiene tanta mugre encima. Dicen que yo ensucio todo lo que toco...

Por cierto, ya hemos cazado dos ranas del estanque. Afri dice que fue ella la que hizo todo el trabajo, pero es mentira: yo las acorralé y ella se las comió. La hermana-bipe se enfadó mucho con nosotras porque las ranitas son parte de las familia y está feo comerse a un pariente. Mamá-bipe dice que da igual, que hay "súper-población" de ranas y que un par menos ni se nota.

Y ya no tengo mucho más que contaros. Me compraron el collar de pinchitos que me prometieron, pero papá-bipe se hizo daño en la rodilla y no me puede pasear hasta que se le cure.

Esperamos que estéis pasando un buen verano. Nosotras estamos todo el día tiradas en el suelo, que está fresquito, y bebiendo mucha agua.

¡Patitabrazos a todos! ¡Guau guau!

viernes, 24 de mayo de 2013

Tuna la obrera

¡Hola a todos! Ya sé que hace mucho que no escribimos (a pesar de que prometimos pasar por aquí más a menudo), pero es que nuestra vida no ha sido muy interesante: comemos, dormimos y nos peleamos, y de vez en cuando los bipes nos castigan por malas.

Pero hace una semana nuestra vida cambió: los bipes están haciendo obras en casa. Van a ampliar el salón para que tengamos más sitio para jugar y dar saltos, y nos van a poner una barra en el patio para que podamos comer mientras miramos a los gatos del vecino.

Pero de momento todo es un caos: albañiles por todas partes, polvo, cemento, herramientas que no nos dejan tocar... Yo me porto muy bien: no molesto a los bipes-obreros cuando trabajan, no me escapo si la puerta está abierta y no toco lo que no es mío. Pero Tuna...

Tuna está siendo mala. Todo lo que ve en el suelo se lo lleva a su transportín. Hoy le ha roto un guante a uno de los bipes-obreros. Además les intenta quitar el bocadillo del almuerzo, pero como no le dejan se lleva el envoltorio de papel albal y se lo come.

Además ha cogido la costumbre de revolcarse en la tierra que usan para hacer la mezcla, y deja su huellitas en el cemento. Y se pasa el día entero ladrándoles y fastidiando. La hermana-bipe la tiene que encerrar por si se escapa, y entonces se vuelve loca y se pone a llorar y a subirse en los sofás.

Todos opinan que es muy mona y muy graciosa. Esto no me molesta porque por lo menos juegan conmigo a la pelota, pero como no empiece a portarse mejor le voy a dar un buen mordisco (ayer rompió mi pelota favorita y aún estoy enfadada con ella).

Al menos parece que ha aprendido a no fugarse de casa: hoy nos ha avisado a todos de que la puerta estaba abierta. Se puso a ladrar para que la cerraran, pero como nadie le hacía caso tuve que ir yo a buscar a papá-bipe.

Espero que las obras acaben pronto. No me gustan los ruidos que hacen las máquinas esas y estoy harta de que Tuna me llene de tierra y cemento. 

Muchos lametones a todos, ¡guau guau!

><

Afri es una mentirosa, yo no soy mala. Los bipes-obreros son amigos míos y me dejan jugar con sus guantes y sus bocadillos. Lo que pasa es que a Afri no le dejan porque es una sosa y les tiene miedo, por eso se enfada conmigo, por envidia.

Hoy los bipes han puesto un plástico encima de mi montón de arena para que no me la coma. He llorado bastante y al final me he dormido encima del plástico. Quiero que lo quiten, así no puedo jugar con mi arena...



domingo, 31 de marzo de 2013

Elemental, querido Watson

¡Hola peludos! Estos días hemos estado muy aburridas, porque ha llovido bastante y cuando el césped se moja no nos dejan salir a jugar. A Afri le da igual, es muy pija y no le gusta mancharse, pero ¡a mi me encanta! Llenar de barro la casa y a los bipes es mi pasatiempo favorito.

Pues eso, que estábamos Afri y yo muy aburridas cuando ayer, de pronto, papá-bipe y hermana-bipe me dijeron que me iban a presentar a un nuevo amiguito. Me montaron en el coche y me llevaron a una casa que yo no conocía. Entonces noté un olor especial: ¡olía a perrito!

Fui corriendo a un jardín muy grande con piscina, y de pronto lo vi... 


Se llama Watson y es igual que yo, pero en pequeño. En cuanto me vio, se puso muy contento y empezó a dar saltos y a ladrarme. A mí no me gustaba, porque me ponía las patitas en la cara y me perseguía, pero me dijeron que no fuera tan sosa y que jugara con él, así que jugamos.


Como era muy lento yo le echaba carreras, porque sabía que iba a ganarle. También hicimos un juego en el que yo me revolcaba y él se subía en mi barriga. Entonces yo tenía que levantarme muy rápido y tirarle al suelo. Los bipes me dijeron que era una bruta, y que le iba a hacer daño a Watson.

Intenté quitarle su comida y su cama, pero no me dejaron. Entonces les pedí un poco de agua, porque tenía sed, pero el plato de agua era de Watson, y el muy egoísta no me dejó tomar ni una gota. Se puso delante y se cayó dentro, de culo. Y yo agua de culo no bebo.

Al final nos despedimos y Watson lloró un poco. Eso es que le gusto. Ahora tengo un nuevo amigo que SÍ quiere jugar conmigo, no como la tonta de Afri. Muchos lametones a todos. Os dejo un par de fotos más de los dos, para que veáis lo bien que me lo paso. ¡Guau guau!




viernes, 22 de marzo de 2013

¡Los bipes me quieren pinchar!

¡Hola a todos! Os he echado mucho de menos. El otro día Afri cogió el portátil y escribió algo sobre que le quito su comida y que soy mala. Es todo mentira. Ella me muerde las orejas y me gruñe, pero eso no os lo dice...

Pues yo he venido hoy a contaros nuestra última aventura: ayer nos llevaron al perriatra. Los bipes nos dijeron que era una visita de rutina o algo así, y que no iban a vacunarnos ni nada. Yo iba muy feliz en el coche, mirando por la ventana y revolcándome debajo de los asientos mientras Afri temblaba en un rincón.

Cuando llegamos a la consulta se llevaron a Afri y la subieron a una camilla. Yo me asomé a mirar pero me echaron. Le dijeron que la van a esterilizar y le van a limpiar los dientes en octubre, y que está en muy buena forma. Mama-bipe empezó a decir entonces que Afri es muy atlética y juega mucho, y que la otra (yo) es más vaga y un poco torpe.

Eso no me gustó nada, así que me subí a la báscula que tienen ahí, porque todos me dicen que estoy más gordita y eso es mentira. Yo quería demostrar que también soy atlética, pero la báscula marcó 11´5kg. Estoy más gordita.

Entonces me metieron en una habitación que estaba al lado de la de Afri. Me toquetearon mucho y yo me puse a jugar con el perriatra, pero me dijeron que me estuviera quieta, que ahora no podía jugar. Yo estaba feliz, intentando tirarme de cabeza desde la camilla, cuando de pronto me agarraron muy fuerte y me cogieron la patita. 

Empecé a llorar porque ese juego no me gustaba nada, pero me apretaron la patita con una cinta negra y sacaron una aguja muy grande. Yo lloré más y me revolví un poco. Entonces me pincharon y me sacaron una cosa roja que era sangre. 

Me enfadé mucho y tiré la jeringuilla al suelo. La hermana-bipe me dijo que era tonta, que si la rompía o no tenían suficiente sangre me iban a tener que pinchar otra vez. Por suerte no pasó nada de eso, pero me riñeron mucho.

Luego me llevaron a otro cuarto y me tumbaron panza arriba. Me afeitaron la barriga y ahora pincha porque los pelitos se han quedado muy cortos. Luego me pusieron una cosa muy fría, como un gel, y lloré otra vez porque no me gustaba nada. Me dijeron que me callara y empezaron a mirarme por dentro en una pantalla. Como me aburría mucho me quede dormida un rato.

Al final me dijeron que estaba bien. Tanto jaleo para nada. Nos volvimos a casa en el coche y Afri se estuvo riendo de mí un buen rato porque dice que soy una llorona. Ya veremos quien llora la próxima vez...

Muchos lametones a todos, ¡guau guau!

viernes, 15 de marzo de 2013

Con las pilas cargadas

¡Hola, amiguitos peludos! ¿Nos echabais de menos? Nosotras sí hemos echado mucho de menos leer vuestras aventuras y contaros las nuestras. 

La hermana-bipe ha sido muy mala (ella lo llama estar ocupadísima) y ha acaparado el ordenador todo este tiempo. Nosotras le pedíamos que, por favor, nos dejara contar alguna cosilla, pero ella decía que no. Que estaba de exámenes, y que le iban a dar un título o no-sé-qué. Y que la dejáramos vivir, que no la dejamos vivir nunca.

Pero ahora parece que ya no está ocupada. Ayer se tiró en la cama y estuvo así bastante tiempo. A nosotras nos pareció raro que no estuviera leyendo papeles o haciendo cosas raras con programas raros en el ordenador. Le preguntamos y nos dijo que estaba de vacaciones. Y que ya podíamos coger el ordenador.

Tuna quería venir a contaros que es muy buena y que tiene muchos amigos nuevos, pero como es mentira no le he dejado. Yo he estado malita con la alergia y ahora estoy bien. Y Tuna ahora se dedica a quitarme la comida, así que los bipes me tienen que poner mi plato en el salón y cerrar la puerta.

En fin, sólo queríamos venir a decir que hemos vuelto para quedarnos. Muchos lametones a todos y perdón por la ausencia. Como veis, la culpa no fue nuestra... ¡Guau guau!

martes, 29 de enero de 2013

Adiestrando a Tuna - El retorno de los pinchos

¡Hola a todos! Hacía mucho tiempo que no me dejaban escribir en el blog. La hermana-bipe no suelta el ordenador porque dice que tiene cosas que hacer, y la pedorra de Tuna piensa que el hecho de que un pajarito le chille es un asunto de Estado o algo...

Pero hoy he decidido ponerme firme y venir a contaros lo que todos ya sabíamos: que Tuna es mala hasta la médula y que todos los profes del mundo no pueden hacer que se porte como un ser perruno normal.

Veréis, últimamente a Tuna le dio por comer basura, romper cosas y ponerse rebelde en los paseos. Los bipes se hartaron de ella (lógicamente) y el otro día tomaron una decisión: volvieron a llamar a su profe para que le diera un repaso.

Hoy, el profe ha venido a casa. Tuna, como no se entera de nada, se ha puesto contentísima. Ha dado un par de volteretas y se ha dedicado a roncar como una morsa en su cesta. Yo estaba muy atenta a todo, y os lo resumo: a partir de ahora va a dormir en un transportín, para que no pueda romper nada y deje de comerse las patatas del cesto de verduras.

Además, papá-bipe recibirá unas clases de repaso sobre cómo pasearla bien. Es que claro, esto es un cachondeo: enseñan a la hermana-bipe a llevarla con la correa pero luego no la saca ella. Y, por supuesto, Tuna se aprovecha, como siempre.

Después de la charla, se la llevaron de paseo. Al parecer no fue mala del todo, pero hay que pulirla, como a un diamante en bruto. Yo lo de diamante lo quitaría, pero bueno.

Y lo mejor de todo es que ya está por llegar su collar de pinchos, así que tendrá que aprender de una vez por todas.

Así que esperemos que todo vaya bien. A mí personalmente no me importa lo más mínimo: si es mala, la regalan y yo me quedo sola y tranquilita, como antes.

Muchos lametones a todos, ¡guau guau!


domingo, 20 de enero de 2013

¡Cumpleaños feliz!

¡Hola a todos! Ya sé que hace mucho que no venimos a contaros nuestras aventuras. Ni siquiera vinimos a desearos una feliz Navidad y un próspero año nuevo. Toda la culpa es de la hermana-bipe, por no dejarnos el ordenador. Pero ha prometido que a partir de ahora se portará mejor...


Han pasado muchas cosas desde nuestra última entrada: fuimos de vacaciones a la playa (aunque esa historia os la contaré otro día), África se puso malita con la alergia por culpa de las vacunas del perriatra y yo me he portado muy mal, o eso dicen los bipes.

Como no dejaba de comerme la basura, ahora ya no hay basura que comer: la han escondido. Así que me he dedicado a romper algunas cosas que había por el suelo. Pero sigo haciendo los ejercicios que me dijo mi profe: me siento, me tumbo y me quedo quieta. El problema es que me aburro mucho. Y que me gusta comer cosas, sobretodo si son cosas de los bipes.

Pero lo más importante que ha ocurrido es lo que vengo a contar: ¡ayer fue mi primer cumpleaños! Ahora soy mayor, ya no soy una cachorrita. Los bipes dicen que tengo que ser buena, que ya no tengo la excusa de ser pequeña.

Pero yo no entiendo muy bien eso del cumpleaños. Pensaba que tendría regalos y una tarta muy grande para mí sola. Ja. Los bipes sólo me acariciaron un poco y me felicitaron. Y ya. Ni regalos, ni tarta, ni nada. Me enfadé mucho. Le dije a Afri que jugara conmigo porque era mi cumple y tenía que hacer lo que yo quisiera, pero me ignoró. 

Hoy aún estaba enfadada, así que me fui al jardín para escarbar en la tierra, llenarme de barro y ensuciar el sofá o algo así, pero entonces vi a unos pájaros muy bonitos. Me acerqué para ver si querían ser mis amigos pero se fueron volando. Uno de ellos era más lento, así que le di con la pata para que jugara. El pobrecito (que además de lento era algo torpe) se rompió la patita y dijo que no jugaba.


Yo me quedé a su lado para que no estuviera solo, pero su familia vino a molestar. Me chillaban y querían picarme un ojo. El pajarito me dijo que mejor me volvía a mi casa, pero como yo no quería tuvo que venir la hermana-bipe y llevarme en brazos.

Ahora me aburro. El pajarito se ha ido y los bipes están enfadados conmigo porque he hecho un agujero muy grande en el césped. Afri dice que soy más tonta que la pata de una mesa. 

Bueno, mejor que voy ya, que tengo hambre. Voy a ladrar un poco para que me hagan caso. Muchos lametones a todos, ¡guau guau!