miércoles, 3 de octubre de 2012

Adiestrando a Tuna - Capítulo 1: ¡odio los círculos!

¡Hola a todos! Tuna informando acerca de su primer día de clases. 

Hoy, por la tarde, los bipes volvieron a hacer lo mismo que el lunes: encerraron a Afri, me sacaron a escondidas y me metieron en el coche. Sin arnés. Me dijeron que iba a mi nuevo colegio, a aprender mucho, y que por favor, POR FAVOR, esta vez me portara bien.

Volví a el sitio ese raro con mi, a partir de ahora, adiestrador. Los bipes estuvieron hablando con él un rato sobre mí y sobre lo que íbamos a hacer. Era aburrido, así que me puse a tirar de la correa y a dar la lata. ¡Pobre hermana-bipe! Tuvo que sentarse en el suelo porque no podía conmigo.

Por fin nos levantamos los tres: el adiestrador, hermana-bipe y yo. Fuimos a un jardín muy bonito con muchos olores interesantes y empezamos la clase. ¡Que clase más dura! Si yo os contara... Bueno, de hecho os lo voy a contar.

Teníamos que andar en círculos y supuestamente yo tenía que ir al lado de hermana-bipe y a su ritmo. Pero hermana-bipe anda a un ritmo raro, porque no se para a oler ni a rascarse, así que no nos entendíamos. Me tiraba de la correa, me decía palabras raras, me hacía sentarme y estarme quieta, y yo no quería. A veces lo hacía bien, por probar, y entonces me decían que era buena y me acariciaban suavito.

Como hermana-bipe ya estaba un poco cansada de mí, el adiestrador cogió la correa y empezó a hacer lo mismo, pero resultó que... ¡él era más estricto! Me reñía mucho, pero es que había ruidos bastante más interesantes que él, y yo quería ver lo que eran.

Estuvimos dando vueltas en círculos como mil años, y al final empecé a hacerlo bien. O eso pensaba yo. El caso es que dicen que, aunque vaya al ritmo a veces, estoy a mi bola y no presto atención. Y que soy una cabezota, eso dicen.

Me revelé un poco y me llevé un correazo en el culo, pero me dio igual. Al final me soltaron y me dejaron a mi aire un rato. Exploré todo el jardín y pasé de los bipes, los muy malvados. Me dijeron que mañana más de lo mismo, que otro día haríamos prácticas en la calle y a lo mejor con otros perritos. El adiestrador incluso vendrá a casa para ver cómo me porto con Afri. Pienso morderle las patitas, para que vea que mando.

Muchos lametones y hasta el próximo capítulo. Espero que os haya gustado, esta es mi primera autobiografía seria. ¡Guau guau!


8 comentarios:

  1. Blimey all that going around in circles is making me dizzy. Have a terrific Thursday.
    Best wishes Molly

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yeah, I hate going around in circles except when I´m chasing my tail. In that case it´s O.K

      Licks!

      Eliminar
  2. La maldición de los Beagles, que son muy cabezotas y van a lo suyo XD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo no soy cabezota, persigo mis sueños... Pero los bipes no me dejan.

      ¡Lametones!

      Eliminar
  3. Tuna, o Barum fez adestramento quando era jovem e não aprendeu nada! Ele é muito desobediente sempre! Mas eu espero que você aprenda a andar em círculos com tranquilidade!
    Lambidas da Pink

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, los bipes y yo esperamos que las clases me sirvan y que me vuelvan una perrita obediente, ¡que si no me veo durmiendo en la calle!

      ¡Patitabrazos muy fuertes!

      Eliminar
  4. Tú haz caso a lo que te dice el adiestrador y en cuanto se de la vuelta... a lo tuyo!! jeje...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Eso mismo digo yo! Pero parece que así no vale, que tengo que ser buena siempre, aunque no me estén mirando... Que rolllo...

      ¡Lametones!

      Eliminar

Deja tu ladrido, tus huellecitas o un buen lametón